Día mundial de los océanos

Pez payaso en anémona. Los océanos nos alimentan, regulan nuestro clima y generan la mayor parte del oxígeno que respiramos. Pero a pesar de su importancia, los océanos se enfrentan a amenazas sin precedentes como resultado de la actividad humana. Grant Thomas / Coral Reef Image Bank.

A continuación, la página del Día de los Océanos de la UNESCO.

Por la resolución 63/111 del 5 de Diciembre de 2008, la Asamblea General de la ONU designó el 8 de Junio como Día Mundial de los Océanos.

El concepto del Día Mundial de los Océanos se propuso por primera vez en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro como una forma de celebrar el océano compartido de nuestro mundo y nuestra conexión personal con el mar, así como para crear conciencia sobre el papel crucial que juega el océano en nuestras vidas y las formas importantes en que las personas pueden ayudar a protegerlo.

Para crear conciencia sobre el papel que pueden desempeñar las Naciones Unidas y el derecho internacional en el desarrollo sostenible y el uso de los océanos y sus recursos vivos y no vivos, la División de las Naciones Unidas para Asuntos Oceánicos y el Derecho del Mar (DOALOS) está coordinando activamente diferentes actividades del Día Mundial de los Océanos.

La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO coordina en asociación con DOALOS el Portal oficial del Día Mundial de los Océanos de las Naciones Unidas, que es fundamental para generar apoyo para los eventos de concienciación sobre el océano el 8 de junio.

Celebramos el Día Mundial de los Océanos para recordarles a todos el papel principal que tienen los océanos en la vida cotidiana. Son los pulmones de nuestro planeta, proporcionando la mayor parte del oxígeno que respiramos.

El propósito del Día es informar al público sobre el impacto de las acciones humanas en el océano, desarrollar un movimiento mundial de ciudadanos para el océano y movilizar y unir a la población mundial en un proyecto para la gestión sostenible de los océanos del mundo. Son una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte crítica de la biosfera. Al final, es un día para celebrar juntos la belleza, la riqueza y la promesa del océano.

Día mundial de los océanos 2020

A medida que los desafíos para el océano continúan creciendo, también lo hace la necesidad de soluciones novedosas y las personas que las impulsan.

Con ese fin, el tema del Día Mundial de los Océanos de la ONU 2020 es Innovación para un océano sostenible. La innovación, relacionada con la introducción de nuevos métodos, ideas o productos, es un término dinámico y fundamentalmente lleno de esperanza.

El tema de este año es especialmente relevante en el período previo al Decenio de las Naciones Unidas de Ciencias del Océano para el Desarrollo Sostenible, que se extenderá desde 2021 hasta 2030. El Decenio fortalecerá la cooperación internacional para desarrollar la investigación científica y las tecnologías innovadoras que pueden conectar la ciencia oceánica con las necesidades de la sociedad.

¡Visite el portal global de las Naciones Unidas para el Día Mundial de los Océanos!

Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay,

Directora General de la UNESCO,

con motivo del Día Mundial de los Océanos.

Innovación para un océano sostenible, 8 de junio de 2020.

Entre finales de Mayo y principios de Junio de cada año, la UNESCO celebra tres días internacionales importantes que brindan la oportunidad de examinar juntos los tres pilares sistémicos del cambio climático: la biodiversidad, el medio ambiente y los océanos.

Este tercer día pone de relieve un asunto esencial: los océanos. Estos ocupan la mayor parte de la superficie de la Tierra –70%– hasta el punto de dar a nuestro planeta su inconfundible color. Como tales, son elocuentes barómetros de su salud: observarlos es saber en qué punto estamos.

En cuanto al clima, el calentamiento y la acidificación de los océanos tienen consecuencias perjudiciales para la vida marina y en tierra firme. Se trata, por supuesto, del aumento del nivel del mar que constituye un peligro para las poblaciones que viven en las costas y los Estados insulares. Además, existe un riesgo aún más preocupante porque es sistémico, y que se hará realidad si los océanos dejan de ser capaces de realizar la función de regulación del clima que solían cumplir hasta ahora.

En lo que respecta a la biodiversidad, el diagnóstico también es alarmante. Donde la vida se ha arraigado, donde se ha diversificado y ramificado, donde sigue siendo en gran medida desconocida, está profundamente amenazada.

Conocemos muy bien estas crisis entremezcladas e interrelacionadas, gracias en particular a la labor de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, que este año celebra su 60º aniversario, y también sabemos dónde actuar.

Sin embargo, todavía tenemos que evaluar la situación y movilizarnos ampliamente para gestionar lo inevitable y prevenir lo irremediable.

La COVID-19 nos ofrece la oportunidad de unirnos y establecer ambiciosos programas de acción. Ello es cierto en el caso del clima, en el de la biodiversidad, y en el de los océanos, como explicó hace unos días el Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para los Océanos, Peter Thomson: “si hubiera que aprovechar una marea en los asuntos humanos, sin duda sería esta”.

En los albores del Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, tenemos la responsabilidad de aprovechar este momento.

Aprovechemos primero este momento para aprender a conocer mejor esas profundidades, que a menudo permanecen en gran parte secretas para nosotros y que todavía encierran muchos secretos que solo nosotros podemos desentrañar.

Aprovechemos después este momento para dar rienda suelta a la imaginación y la innovación que necesitamos para hacer frente a esta preocupante situación. Por ello, hemos elegido la innovación como tema de las celebraciones de este Día Internacional.

También deberíamos aprovechar este momento para dar la alarma quizás más ampliamente que hasta ahora, porque ninguna solución técnica puede reemplazar una toma de conciencia generalizada y personal de las amenazas que se ciernen sobre los océanos, sus misterios y su belleza.

“Necesito el mar porque me enseña”, escribió el poeta chileno Pablo Neruda, para el que el Océano Pacífico era tan querido. En este Día Mundial, les invito a que se dejen enseñar por el océano, para aprender de él y actuar por él.

Sugerimos al lector visitar los siguientes sitios que contienen toda la información sobre el tema, incluídos videos y recursos.

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