Midiendo en quién aterriza nuestra huella de carbono

Una residencia en el delta del río Okavango en África. 
Fuente:
 Pixabay
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¿Cómo se mide y comunica el impacto de un clima cambiante? Una forma es mediante mediciones y gráficos meteorológicos. Puede presentar datos históricos sobre el aumento de los niveles de CO2 y señalar datos aparentemente irrefutables que advierten de tormentas tropicales más frecuentes. También, de un futuro de costas en degradación. Un enfoque diferente, es uno de estudios de impactos humanos, ya que responden a la pregunta: ¿Cómo está afectando el cambio climático a las personas reales ahora y en el futuro?

La vida en un delta de un río azotado por el cambio climático

Millones de personas viven en áreas vulnerables conocidas como deltas de los ríos. Debido a esto, se espera que millones de personas se vean afectadas por los cambios en el nivel del mar. Utilizando un nuevo conjunto de datos global del área de deltas de ríos, basado en imágenes de Google Earth los investigadores hacen una sugerencia. Indican que 339 millones de personas vivían en deltas de ríos en 2017. Pero el 89% de esas personas vive en la misma zona latitudinal donde tiene lugar la mayoría de la actividad de los ciclones tropicales. Una cantidad desproporcionada de 329 millones de personas en estos deltas viven en economías en desarrollo o menos desarrolladas. Entonces no tendrían los recursos para resistir o recuperarse adecuadamente de la devastación.

Este estudio se propuso destacar los datos científicos que demuestran cómo algunas de las regiones más pobres del mundo reciben la mayor carga de perturbaciones climáticas. Como por ejemplo el aumento de tormentas e inundaciones. Enmarcar el cambio climático de esta manera, llama la atención sobre los desafíos físicos y socioeconómicos especiales que enfrentan estas áreas. Esta mirada, puede ayudar a las organizaciones a tomar acciones más enfocadas y apropiadas para la mitigación de inundaciones.

Inundaciones en Dhaka, la capital de Bangladesh, una ciudad metropolitana en el delta del Ganges. 
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Flickr
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Los investigadores han tenido dificultades para definir un área que cambia constantemente

Es difícil calcular el impacto humano del cambio climático en lugares donde la población no está debidamente identificada. Los deltas de los ríos, tan importantes como son como lugares de cambio climático visible, adolecen de definiciones inadecuadas e inconsistentes. En términos muy generales, un delta de un río se forma cuando los ríos transportan sedimentos al agua estancada, donde no pueden alejarse. A menudo cambian a medida que los sedimentos entran y salen. Sin una definición clara de dónde existen estas áreas vulnerables, es imposible poner números cuantitativos a la cantidad de personas afectadas. Para abordar este desafío, Sacha Siani y sus colegas desarrollaron un nuevo conjunto de datos globales del área de deltas. El objetivo es definir la población deltaica global y su vulnerabilidad a los peligros de inundaciones.

Los deltas están naturalmente cerca del nivel del mar y su combinación de baja elevación e infraestructura densa degrada aún más la tierra. El estrés se aplica aún más por el hecho de que muchas comunidades de los deltas experimentan graves tensiones económicas. Éstas están asociadas con recursos limitados, pobreza y servicios públicos inadecuados que obstaculizan cualquier esfuerzo de mitigación de inundaciones.

Una imagen de 2001 del frente activo del delta del Mississippi antes de que los huracanes Katrina y Rita destruyeran gran parte de él en 2005. En muchos casos, la civilización surgió de los deltas de los ríos. Allí el suelo era fértil y las vías fluviales ofrecían un fácil transporte de bienes y servicios. Hoy en día, a menudo son los cimientos de algunas de las ciudades más densamente pobladas del mundo. Tal es el caso de San Petersburgo, Rusia, en el delta del río Neva . 
Crédito imagen: NASA.

Pero, miles de años de uso de la tierra provocaron su degradación natural como erosión y daños a la infraestructura, como un drenaje pluvial inadecuado. Junto con los eventos climáticos cambiantes y el aumento del nivel del mar, es posible que el futuro ya no sea tan brillante para estas comunidades.

Los investigadores utilizan Google Earth para definir los deltas de los ríos

Primero, Siani y colegas definieron un «delta» asignando límites de delta consistentes a lo largo de las costas relevantes de todos los continentes, excepto la Antártida. Para ello utilizaron imágenes de Google Earth . La definición y los cálculos de área subsiguientes se basaron en 5 puntos. Si se observaba cada una de estas 5 áreas, el área comprendida en esos puntos se consideraba un delta:

  1. Boca del río (RM): La desembocadura del río más ancha en la costa
  2. Nodo delta (DN): el ramal más aguas arriba del canal de agua o la intersección del canal principal con el vector de la costa. [La línea que conecta S1 y S2 según se define en (3) y (4)]
  3. Punto de extensión de la línea costera lateral (S1): punto en la línea costera que marca el límite entre la línea costera delta y no delta. O también, la mayor extensión lateral del canal de agua que se activa (lado izquierdo mirando hacia arriba)
  4. Punto de extensión de la línea costera lateral (S2): punto en la línea costera que marca el límite entre la línea costera delta y no delta. O también la mayor extensión lateral del canal de agua que se activa (lado derecho mirando hacia arriba)
  5. Punto de extensión hacia la cuenca, hacia la cuenca abierta (OB): tierra de delta ubicada más lejos en la cuenca principal de agua, perpendicular al vector de la línea costera [La línea que conecta S1 y S2 como se define en (3) y (4)].
Ejemplo de dos deltas con ID independientes que comparten un punto de costa lateral. 
Fuente: Las inundaciones costeras afectarán de manera desproporcionada a las personas en los deltas de los ríos . Creative Commons Attribution 4.0.

Esta definición les permitió hacer declaraciones amplias sobre la población y los impactos del cambio climático a escala global. Calcularon que aunque los deltas ocupan solo el 0,57% de la superficie terrestre del planeta, contienen el 4,5% de la población mundial de 2017. Para dar una idea de cuán densamente pobladas están estas áreas, los investigadores distribuyeron hipotéticamente a los 339 millones de personas que viven en ellas. Distribuidos de manera uniforme en todas las regiones habitables del delta, la población aún era 8 veces el promedio mundial.

Quién esta en peligro

Los investigadores, haciendo referencias cruzadas con información histórica sobre inundaciones, hacen una sugerencia. Indican que tanto los factores físicos como socioeconómicos deben ser los responsables de determinar la vulnerabilidad de una población al cambio climático.

Físicamente, la mayoría de los residentes en los deltas de los ríos son propensos a las marejadas ciclónicas. De ellos, el 9.1% vive en llanuras aluviales de marejadas ciclónicas de 100 años. El pensamiento popular es que las inundaciones de 100 años solo ocurren una vez cada 100 años. Contrariamente, la definición real es que estos eventos tienen un 1% de probabilidad de ocurrir cada año. Socioeconómicamente, el 97% de las personas que viven en deltas lo hacen en economías en desarrollo o subdesarrolladas, siendo más vulnerables a las inundaciones costeras. La pobreza, infraestructura deficiente y menor calidad de vida, limitan gravemente el grado en que las comunidades pueden gestionar de manera realista el riesgo de inundaciones. La mayoría de estos deltas fluviales se encuentran en la región de Asia y el Pacífico, en áreas como Ganges-Brahmaputra y el Mekong. 

Las inundaciones costeras son un problema en casi todas partes. Algunas comunidades del delta de ríos, como el Mississippi y el Nilo, han diseñado soluciones temporales como diques o represas. Los investigadores señalan que estos diseños sintetizados tienen uso, pero también son susceptibles de fallar. Una solución natural sería permitir que el espacio del río deposite sedimentos adicionales en áreas donde la tierra está fallando. Sin embargo, algunas de las llanuras aluviales más estresadas por sedimentos son tan grandes que las soluciones naturales ya no son factibles.

Los investigadores sugieren que la comunidad científica debería enmarcar las inundaciones costeras como un problema que afecta a las comunidades en los deltas. Las afecta de manera desproporcionada en las economías en desarrollo y subdesarrolladas. El objetivo sería llamar la atención sobre los desafíos físicos y socioeconómicos especiales que enfrentan estas áreas en términos de mitigación de inundaciones. En todo caso, creen que sus cálculos son demasiado bajos en términos de cuántas personas en estas áreas se ven afectadas por las inundaciones costeras. Recomiendan que los científicos desarrollen mejores modelos de elevación y marejadas ciclónicas. También que consideren eventos de inundaciones simulados en deltas densamente poblados para evaluar con mayor precisión los riesgos para estas poblaciones vulnerables.

Una residencia en el delta del río Okavango en África. 
Fuente:
 Pixabay .

Enmarcar a las poblaciones vulnerables a través de un lente tanto geográfico como socioeconómico

Podemos hablar sobre el cambio climático en términos de datos y gráficos. Pero muchas personas en los países desarrollados nunca han experimentado cambios devastadores por el cambio climático de primera mano. En parte, se debe a que el daño se está produciendo actualmente en los más vulnerables, en regiones muy alejadas del ojo de los medios populares. Quizás no sea más información lo que el mundo necesita, para impulsar cambios en la forma en que los países en desarrollo priorizan la energía. Pueden ser estudios como este, que combinan ciencia y salud pública, los que brinden los destellos más perspicaces del impacto humano. Al final del día, los números solo serán lo que ayude a los científicos e ingenieros a mitigar el daño. El impacto humano será lo que ayude a la gente a escuchar. 

Fuente: Envirobites

Artículo original: «Measuring who our carbon footprint landing on«. Christina M. Marvin. October 8, 2020.

El paper:

Edmonds, D.A., Caldwell, R.L., Brondizio, E.S. et al. Coastal flooding will disproportionately impact people on river deltas. Nat Commun 11, 4741 (2020). https://doi.org/10.1038/s41467-020-18531-4.

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