El dióxido de carbono ahora es un 50% más alto que los niveles preindustriales

El Observatorio de Mauna Loa en Hawái es un sitio de referencia para medir el dióxido de carbono o CO2. La NOAA y la Institución Scripps de Oceanografía realizan mediciones independientes desde esta estación en las faldas del volcán Mauna Loa. Crédito: NOAA.

El dióxido de carbono medido en el Observatorio Atmosférico de Línea de Base Mauna Loa de la NOAA alcanzó su punto máximo para 2022 de 421 partes por millón en Mayo, empujando la atmósfera hacia un territorio no visto en millones de años, anunciaron los científicos de la NOAAel Instituto Scripps de Oceanografía (enlace externo), en la Universidad de California San Diego. 

Las mediciones de dióxido de carbono de la NOAA en el observatorio de la cima de la montaña en la Isla Grande de Hawái promediaron 420,99 partes por millón (ppm), un aumento de 1,8 ppm con respecto a 2021. Los científicos de Scripps, que mantiene un registro independiente, calcularon un promedio mensual de 420,78 ppm. 

“La ciencia es irrefutable: los humanos están alterando nuestro clima de manera que nuestra economía y nuestra infraestructura deben adaptarse”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, Ph.D. “Podemos ver los impactos del cambio climático a nuestro alrededor todos los días. El incesante aumento de dióxido de carbono medido en Mauna Loa es un claro recordatorio de que debemos tomar medidas serias y urgentes para convertirnos en una nación más preparada para el clima”. 

La contaminación por CO2 se genera por la quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de electricidad, por la fabricación de cemento, la deforestación, la agricultura y muchas otras prácticas. Junto con otros gases de efecto invernadero, el CO2 atrapa el calor que irradia la superficie del planeta que, de lo contrario, escaparía al espacio, lo que hace que la atmósfera del planeta se caliente constantemente, lo que desencadena una cascada de impactos climáticos, incluidos episodios de calor extremo, sequía e incendios forestales, así como precipitaciones más intensas, inundaciones y actividad de tormentas tropicales.   

Los impactos en los océanos del mundo debido a la contaminación por gases de efecto invernadero incluyen el aumento de la temperatura de la superficie del mar, el aumento del nivel del mar y una mayor absorción de carbono, lo que hace que el agua del mar sea más ácida, conduciendo a la desoxigenación de los océanos y dificultando la supervivencia de algunos organismos marinos.

Antes de la Revolución Industrial, los niveles de CO2 fueron consistentemente de alrededor de 280 ppm durante casi 6000 años de civilización humana. Desde entonces, los seres humanos han generado  aproximadamente 1,5 billones de toneladas de contaminación por CO2, gran parte del cual seguirá calentando la atmósfera durante miles de años. 

Los niveles de CO2  son ahora comparables al Óptimo Climático del Plioceno, hace entre 4,1 y 4,5 millones de años, cuando estaban cerca o por encima de las 400 ppm. Durante ese tiempo, el nivel del mar era entre 5 y 25 metros más alto que el actual, lo suficientemente alto como para ahogar muchas de las ciudades modernas más grandes del mundo. Entonces, las temperaturas promediaron 7 grados Fahrenheit (3.89 ºC) más que en la época preindustrial, y los estudios indican que grandes bosques ocupaban la tundra ártica actual.

Este gráfico muestra el dióxido de carbono medio mensual medido en el Observatorio de Mauna Loa, Hawái, el registro más largo de mediciones directas de CO2en la atmósfera. El monitoreo fue iniciado por C. David Keeling de la Institución Scripps de Oceanografía en Marzo de 1958 en una estación meteorológica de la NOAA. NOAA comenzó sus propias mediciones de CO2 independientes y complementarias en Mayo de 1974.  Créditos: Laboratorio de Monitoreo Global de NOAA, Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego.
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Mauna Loa idealmente ubicado para monitorear la contaminación global 

El observatorio de la NOAA, situado en lo alto de las laderas del volcán Mauna Loa, es el lugar de referencia mundial para monitorear el CO2 atmosférico. A una altura de 11,141 pies (3396 metros) sobre el nivel del mar, el observatorio toma muestras del aire sin ser perturbado por la influencia de la contaminación local o la vegetación y produce mediciones que representan el estado promedio de la atmósfera en el hemisferio norte. 

Charles David Keeling, científico de la Institución Scripps de Oceanografía, inició mediciones in situ de CO2 en la estación meteorológica de la NOAA en Mauna Loa en 1958. Keeling fue el primero en reconocer que los niveles de CO2 en el hemisferio norte caían durante la temporada de crecimiento de las plantas, y se levantaban cuando las plantas morían en el otoño, y documentó estas fluctuaciones de CO2 en un registro que llegó a conocerse como la Curva de Keeling. También fue el primero en reconocer que, a pesar de la fluctuación estacional, los niveles de CO2 aumentaban cada año. 

NOAA comenzó a realizar mediciones en 1974, y las dos instituciones de investigación han realizado observaciones complementarias e independientes desde entonces. El hijo de Keeling, el Geoquímico Ralph Keeling, dirige el programa Scripps en Mauna Loa. 

“Es deprimente que nos haya faltado la fuerza de voluntad colectiva para frenar el aumento implacable del CO2, dijo Keeling. “Es posible que el uso de combustibles fósiles ya no se acelere, pero todavía corremos a toda velocidad hacia una catástrofe global”.

Los datos de Mauna Loa, junto con las mediciones de las estaciones de muestreo de todo el mundo, son incorporados por el Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA a la Red de Referencia Global de Gases de Efecto Invernadero, un conjunto de datos de investigación fundamental para científicos climáticos internacionales y un punto de referencia para los formuladores de políticas que intentan abordar las causas y los impactos del cambio climático.

A pesar de décadas de negociación, la comunidad global no ha podido reducir significativamente, y mucho menos revertir, los aumentos anuales en los niveles de CO2 atmosférico. 

“El dióxido de carbono está en niveles que nuestra especie nunca antes había experimentado; esto no es nuevo”, dijo Pieter Tans, científico principal del Laboratorio de Monitoreo Global. “Hemos sabido de esto durante medio siglo y no hemos podido hacer nada significativo al respecto. ¿Qué nos va a costar despertar?». 

Fuente: National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).

Artículo original:Carbon dioxide now more than 50% higher than pre-industrial levels‘. June 3, 2022.

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«Este es el primer estudio que analizó sistemáticamente casos históricos de disminución en el uso de combustibles fósiles en países individuales durante los últimos 60 años y en todo el mundo», dice Jessica Jewell (@jessicadjewell), Profesora Asociada de Transiciones Energéticas en la Universidad de Chalmers en Suecia, Profesora de la Universidad de Bergen en Noruega y autora correspondiente del estudio. «Los estudios anteriores a veces analizaban el mundo en su conjunto, pero no lograron encontrar tales casos, porque a nivel mundial el uso de combustibles fósiles siempre ha crecido con el tiempo».

«También estudiamos las promesas políticas recientes de eliminar completamente la energía del carbón, que hicieron unos 30 países como parte de Powering Past Coal Alliance. Descubrimos que estas promesas no apuntan a una disminución del carbón más rápida de lo que ha ocurrido históricamente», agrega Jewell. «En otras palabras, planean en gran medida seguir como de costumbre».

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